

¿Y si te pasas a la metodología ágil para desarrollar tus proyectos? Te contamos todo sobre este enfoque que te permite gestionar tus proyectos eficazmente.
El medio de comunicación que reinventa la empresa
Asegurar la viabilidad de un proyecto, el potencial de una startup o el éxito del desarrollo de un producto es algo que se puede lograr a través de la Prueba de Concepto (PoC).
Este proceso, que requiere de una serie de consideraciones para llevarse a cabo, consiste en validar los aspectos mínimos que aseguren el éxito de un proyecto de empresa o una idea de producto o servicio.
En el marketing, por ejemplo, la PoC sirve para comprobar la legitimidad de un nicho o que una oferta generará ganancias. Sin embargo, son muchas otras las aplicaciones que este instrumento ofrece al fortalecimiento de una propuesta de valor y a la Dirección de Proyectos. Veamos más en detalle de qué se trata.
En el mundo del desarrollo de software, la Prueba de Concepto (o Proof of Concept en inglés), consiste en comprobar la viabilidad técnica de una idea, por medio de la evidencia de su funcionalidad y potencial. En otras palabras, es la forma que tienes de probarle al cliente que tu solución funciona, a partir de la demostración de algunas funcionalidades clave.
La implementación de una Prueba de Concepto contempla poner a prueba algunas de las características del futuro producto para así reducir el riesgo a fracasar. Asimismo, se busca comprobar que:
En el proceso de creación y desarrollo de productos, la PoC busca dar respuesta a la pregunta de cómo construirlos o materializarlos.
Para que los clientes e inversores acepten y apoyen una propuesta de desarrollo, hay que probar que la misma es práctica, funcional y comercialmente viable.
Las etapas del procedimiento para asegurar lo anterior se detallan a continuación.
El primer paso, como en todo proyecto, es tener claro cuál es el objetivo que se persigue. Para esto, es necesario definir de la manera más clara posible cuáles son los resultados esperados, según una serie de criterios de excelencia a alcanzar.
De esta etapa hace parte:
Una vez definido el punto de llegada, debes asegurarte que el producto o servicio que ofreces cumple efectivamente con lo que promete.
Para esto, es necesario diseñar el flujo de trabajo a partir de los datos de entrada y tomar las decisiones que se requieran implementar durante el proceso de diseño. A partir de ahí, se crea el plan de pruebas para la integración del diseño.
En el caso del desarrollo de una solución de software, por ejemplo, será fundamental demostrar que la herramienta puede integrarse correctamente a los procesos de la empresa y a otras herramientas de tu cliente como su CRM o su software de contabilidad.
Cada prueba de concepto debe considerar una revisión de la información que se reciba por parte del cliente o usuario. El objetivo es documentar la experiencia general y cualquier otro tipo de información que pueda resultar valiosa para mejorar el producto, como por ejemplo:
A partir de la retroalimentación y comentarios, se analiza la necesidad de introducir correcciones y mejoras, en qué consisten y cuál será el plan de acción a seguir.
Con el concepto optimizado sobre la base del feedback recibido, ahora es posible preparar el desarrollo del producto, haciendo hincapié en:
La presentación del producto o proyecto se hará detallando todos los componentes con los que contó el desarrollo, así como la consecución de los criterios de excelencia que se habían definido en un comienzo. Para esto, es aconsejable apoyarse en métricas e indicadores que faciliten dicha verificación.
La inclusión de otra información detallada como la cantidad de recursos que fue necesaria y los esfuerzos operacionales que se requirieron, puede ser útil para dar una idea más global del proyecto.
El detalle sobre los beneficios generados, más allá de las características con las que cuenta el producto o proyecto, facilitan su validación por parte de los usuarios o, en el caso de requerir financiación, por parte de los inversores.
Los ejemplos de empresas que han acudido a esta etapa de validación para asegurar el éxito de sus desarrollos no son pocos.Teniendo en cuenta los beneficios que conlleva la implementación de la misma, te presentamos el caso de éxito de la empresa danesa de juguetes LEGO.
LEGO es una de las marcas que más le ha apostado a la adaptación de su oferta, a partir del análisis de diferentes nichos y la validación de sus productos. Además de ofrecer diferentes gamas de productos (niños y niñas, adultos, etc.), también le ha apostado al desarrollo digital. Es el caso de su plataforma LEGO Ideas, un espacio en el cual las ideas de los usuarios son sometidas a votación para convertirse eventualmente en productos reales.
El éxito del desarrollo de juguetes que tuvieran una mayor acogida por parte del público femenino, consistió en proyectar cuáles eran sus intereses y hábitos al momento de jugar. Así, ideó universos que llamaban más su atención, los cuales habían sido validados a través de las pruebas de concepto y cuya efectividad quedó comprobada en el éxito de las ventas.
La Prueba de Concepto permite explorar detalles de un proyecto, así como componentes y funcionalidades de un desarrollo, a partir de los cuales se puede hacer una mejor evaluación de su pertinencia
En este sentido, la PoC resulta útil en:
Para que esto suceda, es necesario:
☝ En relación con el MVP, la PoC es una etapa que tiene lugar antes, a manera de validación de la pertinencia de alguna idea o suposición. Incluso, luego de la PoC podría tener lugar el desarrollo de un prototipo, antes de llegar a una primera versión funcional del producto.
En términos generales, esta etapa facilita la toma de decisión sobre la aprobación de una idea y la inversión de su implantación a mayor escala. Ahora que ya sabes que la PoC es el método efectivo para convertir tus ideas en soluciones verdaderamente aplicables a la vida real, ¿qué esperas para implementarla?