El futuro de la contratación está en la neurociencia

La neurociencia estudia el sistema nervioso humano para comprender mejor su funcionamiento (sentimientos, forma de pensar, capacidades cognitivas, comportamiento relacional, etc.). Más complejo imposible, ¿verdad?

Pero, ¿cuál es la relación entre la neurociencia y el mundo laboral? Una pregunta perfectamente legítima. Tus trabajadores son el recurso más valioso de tu empresa. Sus acciones y decisiones están guiadas por su cerebro, que a su vez está influenciado por las emociones que sienten.

Tener en cuenta esta inteligencia emocional, además de otros mecanismos psicológicos, te permite comprender mejor a las personas que forman parte de tu empresa y gestionar mejor tu organización… ¡y tus procesos de contratación!

Veamos por qué.

¿Cómo contribuye la neurociencia a hacer mejores contrataciones?

La respuesta a un problema real

¿Sabías que casi una de cada dos contrataciones acaba en fracaso al cabo de 18 meses? ⁽¹⁾ 

Teniendo en cuenta que un error de contratación le cuesta a una empresa una media de 90 000 euros, seguro no querrás cometerlo.

¿Podría la neurociencia venir al rescate de los responsables de recursos humanos? Cuando se sabe que el 89% de estas contrataciones "fallidas" están relacionadas con problemas de actitud, no de incompetencia, se tiene la tentación de responder que sí.

⁽¹⁾ Éstudio Leadership IQ

Una evaluación más imparcial de las competencias blandas

Una buena evaluación de las habilidades blandas o soft skills es esencial, ya que puede ayudar a detectar una incompatibilidad con el futuro equipo, una falta de apertura intelectual o de liderazgo. Dependiendo del puesto que se vaya a cubrir, ciertas cualidades humanas resultan más importantes que los diplomas.

¿El problema? La evaluación de las competencias blandas está inconscientemente influenciadas por diversos sesgos cognitivos (experiencias pasadas, estado de ánimo del día, contexto, etc.) que dificultan la imparcialidad. ¡Se dice que hay casi un centenar de ellos que actúan sobre el cerebro!

La neurociencia ha quitado un peso de encima a los reclutadores, que ahora pueden contar con herramientas más fiables durante el proceso de contratación y evaluar las competencias blandas con mayor claridad y objetividad.

Contrataciones más rápidas

En estos tiempos de guerra de talentos, un proceso de contratación fluido y rápido es una de las claves para aumentar tus posibilidades de contratar al mejor talento.

Puedes sentirse presa de intentar no equivocarte multiplicando las entrevistas y las pruebas, y tratar de moverte rápidamente para que el/la candidato·a no se te escape de las manos.

Gracias a las herramientas de la neurociencia, la evaluación de una persona puede hacerse a través de un test o un juego de forma mucho más fiable para ti e incluso de forma más divertida para los/las aspirantes.

Juegos neurocientíficos: pasando a la práctica

Hoy en día, no son pocas las empresas, sobre todo las startups, que han desarrollado sus propios videojuegos basados en la neurociencia. En estos, los/las candidatos·as tienen que utilizar una serie de cualidades para cumplir con una determinada misión.

El juego se adapta en función de las habilidades requeridas por la empresa para el puesto: cuanto más resistente seas, más disruptivos serán los elementos, por ejemplo. No se trata tanto de eliminar a las personas inadecuadas, como de analizar su comportamiento para poner de manifiesto sus principales cualidades.

La empresa norteamericana Pymetrics, por ejemplo, utiliza este sistema de juegos junto con el análisis del comportamiento y ha obtenido resultados muy alentadores:

• El tiempo de estudio de las solicitudes se ha reducido en un 75%,
• los perfiles contratados son más diversos,
• la eficacia de los candidatos en su puesto es superior a la media.

La neurociencia para retener al talento

Si ya no queda duda de la utilidad de las herramientas de gaming durante los procesos de contratación, todavía hay que asegurarse de que analizan algo más que el comportamiento y las capacidades cognitivas: la forma de pensar.

Comprender las motivaciones profundas de cada persona, lo que le da el deseo y la energía para actuar a diario, es esencial para garantizar que estás en capacidad de ofrecerle las condiciones de trabajo en las que pueda prosperar.

Al situar a las personas en el centro de las decisiones importantes de tu organización, aumentas las posibilidades de colaboración a largo plazo, con un mejor rendimiento como resultado.