Dependiendo de la posición en la que se encuentre el vendedor o comprador del producto o servicio, el impuesto tendrá una denominación diferente:
- IVA soportado: La cantidad que paga la empresa al momento de adquirir un producto o servicio.
- IVA repercutido: Corresponde al impuesto que cobras a un cliente tras haber prestado un servicio o vendido un producto.
💬 Es decir, ambos tipos, tanto soportado como repercutido, son las dos caras de una misma moneda, solo varía en función de la posición en que te encuentres.
Digamos, por ejemplo, que para el funcionamiento de tu empresa necesitas comprar materias primas, que luego transformarás en un producto final que saldrá al mercado. Al momento de comprar materia prima, debes pagar el impuesto que corresponda (ese es tu IVA soportado). Una vez que vendas el producto final, tu cliente/comprador deberá pagar un monto correspondiente al IVA, este será tu IVA repercutido.