Cierre contable mensual: lista de cuentas a analizar

Tener claras tus cuentas y evitar situaciones inesperadas que conlleven un despliegue de medidas urgentes, es posible gracias a la realización del cierre contable mensual.

Llevar el control del estado de tus pérdidas y ganancias de manera periódica, te permite hacer un control de gestión contable mucho más preciso y alineado a las disposiciones del Plan General Contable. Pero ¿cómo hacerlo exactamente? y ¿qué cuentas son las que puedes cerrar cada mes?

En este artículo, appvizer enumera una serie de elementos que deberás tener en cuenta a lo largo de tu balance de sumas y saldos, los cuales te permitirán simplificar este útil procedimiento.

Una empresa o negocio, dentro del desarrollo normal de su actividad, realiza constantemente movimientos financieros.

En este sentido, es importante conocer de la manera más precisa posible cuáles son los ingresos y gastos en los que incurre el negocio, de manera que el mismo marche bien y sea rentable al final de un periodo determinado.

Para poder determinar lo anterior se realiza un balance de comprobación periódico o cierre contable mensual.

La capacidad que tiene una empresa para realizar sus movimientos financieros, depende del patrimonio neto con el que cuente, las inversiones que haga con este y el balance final que resulte al final de esta operación.

Un cierre mensual de operaciones permite:

• hacer revisión y conciliación de partidas contables,
• determinar si la empresa generó ganancias o pérdidas,
• facilitar el procedimiento de cierre anual,
• asegurar el buen funcionamiento financiero de la empresa.

Antes que nada, para comenzar con el ejercicio, debes hacer un primer chequeo de errores, comprobando que los datos contables coinciden con los datos registrados en el Libro Diario.

Posteriormente, puedes proceder a revisar tus cuentas. Puedes guiarte por los grupos que componen el Plan General de Contabilidad o considerando ciertas cuentas básicas.

Dentro de la revisión de operaciones corrientes que tiene tu empresa, debes hacer la revisión de todo lo relativo a:

• conciliación bancaria (cruce de información bancaria y contable interna, arqueo de la caja);
• gastos de personal (salarios y prestaciones sociales);
• cuentas de deudores y acreedores (facturas de clientes y proveedores).

Llevar a cabo el inventario de existencias consiste en registrar los bienes, insumos y productos necesarios para desarrollar la actividad de la empresa.

Esto se hace con el fin de determinar, al final del periodo contable, qué quedó de las compras que se hicieron en un comienzo y las cuales alimentarán el Balance de Situación de la compañía.

Aquí vas a buscar contabilizar la pérdida de valor que sufren los activos que componen el inmovilizado de tu empresa (maquinaria, mobiliario, oficinas, etc.), debido al paso del tiempo.

Los ajustes que se hacen al valor inicial del bien es lo que se conoce con el nombre de amortizaciones. Dichas amortizaciones es importante calcularlas puesto que pueden aminorar la base imponible del Impuesto de Sociedades, lo que se traduce en un ahorro fiscal.

Esta es una cuenta que te ayuda a hacer control interno y gestión contable, al considerar por un lado las previsiones de gastos futuros que con certeza sabes que tendrás y las provisiones para eventuales gastos que puedan salirte al paso.

En el caso de haber solicitado un préstamo o haber contratado una póliza de seguros, habrá que pagar periódicamente una serie de obligaciones. Sin embargo, puede que dichas obligaciones no correspondan al mismo periodo contable.

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Aquí es donde se contabiliza la declaración de IVA que se hace a Hacienda, según corresponda su ubicación a una cuenta deudora o acreedora. Es necesario verificar que las declaraciones que presentaste correspondan con las cantidades que fueron contabilizadas.

Puesto que rubros como las subvenciones no pueden considerarse un ingreso como tal, estas deberán ser tenidas en una cuenta aparte y a través de la amortización del activo correspondiente.

Una vez hecha la anterior comprobación de sumas mensuales, ahora puedes proceder al cierre final que te permita obtener el resultado contable anual, antes de imputar el Impuesto de Sociedades.

Cerrar las cuentas que quedan por saldar, tendrá como resultado el Balance de Situación.

Llevar a cabo un proceso de cierre contable implica revisar las diferentes cuentas que componen la gestión financiera de tu empresa y evaluar el desempeño de tu negocio, gracias a haberlo registrado contablemente cada movimiento.

Hacerlo mensualmente te permite identificar posibles errores y solucionarlos a tiempo, de manera que tengas una idea clara de tu liquidez en todo momento. Asimismo, simplifica el cierre del ejercicio contable al final del año fiscal.