

¿Sabes realmente lo que es el trabajo colaborativo? Adquiere una visión general de su definición, sus beneficios para la productividad de la empresa y las herramientas que lo facilitan.
El medio de comunicación que reinventa la empresa
En el mundo empresarial altamente competitivo en el que vivimos, no es raro tener que enfrentar problemas que requieren de creatividad e innovación para resolverlos.
A raíz de esto, nociones como el Design Thinking o Pensamiento de Diseño, surgen y se desarrollan con el objetivo de poder ofrecer soluciones concretas y duraderas. ¿Pero qué es Design Thinking exactamente? Este proceso o método para la resolución creativa de problemas se aplica exitosamente a modelos de negocios con un enfoque centrado en el usuario.
En este sentido, esta metodología resulta ideal para ti y tu empresa si lo que estás buscando es:
En esta oportunidad, Appvizer hace para ti un repaso sobre los aspectos más importantes del Design Thinking: metodología, etapas y ejemplos de aplicación.
💭 ¿Estás preparado⋅a para dar rienda suelta a tu creatividad? ¡Vamos allá!
El Design Thinking es un proceso aplicable a la resolución creativa de problemas. Este método se centra en las personas y se fundamenta en tres elementos característicos:
Al igual que otras metodologías o enfoques de trabajo que tomaron años para desarrollarse y perfeccionarse como Agile y Lean, el Design Thinking comenzó a expandirse como enfoque teórico en los años 70 de la mano de David Kelley.
Teniendo como objetivo y motivación “trabajar en un entorno creativo, rodeado de gente que le cayera bien”, Kelley fundó IDEO, una empresa de diseño e innovación, dirigida hoy en día por Tim Brown.
El mismo Kelley, junto con otros seis profesores, fundaría en el año 2004 el Instituto de Diseño Hasso Plattner de la Universidad de Stanford (o d.school), un espacio en el cual la gente tiene la posibilidad de poner el diseño al servicio de su propio potencial creativo:
We believe everyone has the capacity to be creative.
Según lo anterior, en el mundo empresarial, el Design Thinking tiene una aplicación efectiva al momento de abordar cuestiones laborales. El objetivo de este enfoque sistemático consiste en ir más allá de la simple satisfacción de necesidades, para lograr llegar a lo que se conoce como la mejora de la experiencia del usuario.
A partir de la observación y la iteración, una serie de actividades se hace posible:
Así, el proceso de análisis de situaciones laborales a partir de los preceptos del Design Thinking, se convierte en una poderosa herramienta para concebir soluciones centradas en las personas y sus necesidades, lo que termina por traducirse en una ventaja competitiva para el negocio.
Como lo mencionamos anteriormente, el Design Thinking comparte junto con otras metodologías de trabajo, la característica de ser un proceso iterativo; es decir, se nutre de la retroalimentación y opinión del cliente para perfeccionar un producto o servicio inicial.
Son cinco las fases o etapas que componen el Pensamiento de Diseño:
En una cultura caracterizada por el individualismo, empatizar es una de las grandes cualidades que debería caracterizar toda empresa que diga tener un enfoque en el cliente.
Consiste en comprender profundamente las necesidades del cliente, lo que requiere un alto grado de sensibilidad y creatividad. Finalmente, ponerte en los zapatos del otro es un ejercicio de imaginación; un superpoder de percepción que te permite evaluar los aspectos más profundos de una situación dada:
Una vez que estás en el lugar del cliente, usuario o persona que requiere de una propuesta de solución, es momento de utilizar tu experticia y capacidades. La primera aplicación que le darás será en la clara definición de la problemática a abordar. La utilidad de esto reside en que puedas enfocarte realmente en la fuente del problema y no desvíes tus esfuerzos hacia análisis de aspectos secundarios.
En un segundo tiempo, puedes pasar a definir un plan de acción. En resumen, se trata de:
Las organizaciones que realizan semanalmente reuniones de lluvias de ideas, alcanzan sus objetivos a un ritmo superior a la media.
Este es el momento en el que las famosas reuniones de lluvias de ideas se desarrollan. Pero antes de celebrarlas, es importante que tengas muy claro:
La mejor brújula para guiarte hasta donde proliferan las ideas es la curiosidad. Entre más te intereses por una causa y la explores, mejor la entenderás y estarás en capacidad de proponer soluciones con fundamento.
Para esto, plantéate preguntas concretas y específicas que te lleven hacia una exploración creativa que dé como resultado la generación de conceptos útiles e innovadores.
Los equipos que crean prototipos, al considerar cinco o más ideas al mismo tiempo en vez de una sola, tienen un 50% más de probabilidades de lanzar soluciones exitosas al mercado.
A lo largo de este artículo hemos hablado de la importancia de la creatividad en todo el proceso del Pensamiento de Diseño. En esta etapa, claro, tampoco es la excepción.
Prototipar o diseñar modelos consiste en aterrizar las ideas para volverlas materia tangible. Además de creatividad, esto también requiere de agallas, tenacidad y concentración. Comienza por hacer pruebas a partir de la información que reuniste en las etapas precedentes y ve analizando lo que funciona y lo que no, según los objetivos que planteaste en la fase de definición.
Paulatinamente, discute con el cliente los resultados que vas obteniendo a cada iteración, según las mejoras que junto con él han definido integrar al nuevo modelo. Puedes facilitar este proceso con la ayuda de una herramienta colaborativa que cuente con funcionalidades para organizar sprints, por ejemplo.
Por último y después de todo un proceso creativo y de perfeccionamiento, ya es hora de poner a prueba la versión final. A diferencia de la etapa anterior, aquí más que un proceso operativo, debes volver al “modo empático” y aplicar técnicas como la escucha activa para asegurarte de que has tenido en cuenta toda la información de entrada y le has dado un uso adecuado.
Has llegado hasta aquí y casi estás convencido⋅a de que el Design Thinking es el twist que necesita tu negocio para concebir y darle vida a las ideas de manera exitosa. Sin embargo, necesitas elementos más concretos para convencerte.
Déjanos compartirte algunos ejemplos de aplicaciones del Pensamiento de Diseño a ideas de negocio, servicios o productos:
La gran ventaja que ofrece el Design Thinking a las empresas consiste en ser un proceso sencillo y claro que reúne a los equipos en torno a la concepción de:
Entornos inciertos, altamente competitivos o estratégicos requieren contar con maneras constructivas y colaborativas de concebir soluciones innovadoras. Metodologías como el Design Thinking permiten a las empresas no solo ofrecer a los clientes una mejor experiencia basada en la satisfacción de sus necesidades, sino también el compromiso de todas las partes interesadas en la obtención de resultados que permitan seguir avanzando.
🤳 Si ya conocías esta metodología, comparte con nosotros de qué manera las has aplicado efectivamente a tus proyectos o negocios.