Cuando arrancó la década de 2010, en medio de un contexto de fuerte crisis económica, fueron muchas las voces que insistían en que la digitalización de los negocios era clave para su supervivencia. Diez años después, la transformación digital de las empresas españolas sigue por debajo de la media europea. Según el Índice de Economía y Sociedad Digital de 2018 elaborado por la Comisión Europea, España es el décimo país en cuanto al grado de digitalización de su tejido empresarial.
La brecha resulta particularmente grande en el caso de las empresas de menor tamaño, pues, de acuerdo con el Informe E-Pyme de la ONTSI, apenas un 30,7% de las pymes han digitalizado la totalidad o parte de su negocio (frente al 51,4% de las compañías de mayor tamaño).
De este modo, las empresas se exponen a una progresiva pérdida de competitividad, bien por la falta de respuestas a las demandas del mercado o bien por la ineficiencia de sus procesos. La transformación digital de las pymes no puede posponerse más.
Los líderes de RR. HH. deben ser los primeros en adaptar su sistema de trabajo al nuevo entorno digital y así observar cómo avanza el proceso en el resto de la empresa. Un estudio de Deloitte sobre Tendencias de Capital Humano lo sintetizó muy bien en 2017: los líderes transforman las operaciones de RR. HH. mientras ayudan a los empleados a adaptarse a sus nuevos entornos de trabajo.