

¿Qué es supply chain y en qué se diferencia de la logística? Etapas, tipos y herramientas del supply chain management que aseguran la productividad.
El medio de comunicación que reinventa la empresa
Como es bien sabido, el flujo logístico en las empresas contempla una serie de pasos, materias primas y proveedores de servicios que deben ser coordinados de la mejor manera.
La particularidad de los flujos logísticos es que proporcionan pistas sobre posibles problemas relacionados con las existencias, el almacenamiento, los altos costes e, incluso, la calidad de los productos terminados. De ahí que sean la clave para una producción sin problemas y que su optimización pueda mejorar la rentabilidad general de la cadena logística de suministro.
Pero, entonces, ¿qué es un flujo logístico? ¿Cuáles son los diferentes tipos de flujos que existen y qué procesos ayudan a optimizar? ¡Todas las respuestas en este artículo!
Un flujo logístico es un conjunto de actividades realizadas sucesivamente a lo largo de las etapas de fabricación y distribución de un producto. Estas actividades se caracterizan por los movimientos físicos (de componentes, materiales, subconjuntos, productos en curso o terminados) y la información. También se denomina cadena de valor (value stream).
La gestión del flujo logístico consiste en controlar dichas actividades para optimizar la cadena de suministro.
Dependiendo del tipo de negocio y la industria, los procesos que hacen parte de la cadena de suministro varían y se vuelven más o menos complejos. A continuación, te presentamos algunos ejemplos de la logística aplicada a la cadena de suministro.
El punto de partida es el análisis de la demanda. A partir de este, se planifica la producción, se prevé la gestión de inventario, el transporte hasta el punto de venta y la entrega del producto al cliente final.
© Decide
En este sentido, el flujo logístico hace referencia a la organización e interrelación interna de cada uno de los procesos empresariales en pro del buen funcionamiento del negocio.
Los flujos logísticos internos, también conocidos como flujos de producción, se refieren al movimiento de materiales y componentes. Estos flujos se manifiestan en una cadena de operaciones de:
Los flujos logísticos externos pueden dividirse en dos tipos de flujos:
El método de fabricación de existencias (make to stock) consiste en prever los pedidos futuros sobre la base de los pedidos anteriores y la situación actual del mercado. Se movilizan entonces recursos humanos y materiales para producir y almacenar productos en espera de que surja la demanda.
El método de fabricación sobre pedido (make to order) utiliza la demanda real como base para la planificación de la producción. Tan pronto como se valida el pedido, se inicia el proceso de producción para satisfacer la demanda y no para generar existencias.
El método del flujo tenso (just-in-time) se basa en el suministro regular de materias primas en la fase inicial y de productos acabados en la fase final, con el fin de reducir al mínimo las existencias y los trabajos en curso, siempre que sea posible.
Esta técnica permite acercarse lo más posible bastante a la demanda real, abasteciendo lo más rápido posible a los puntos de venta que lo necesitan. Para tener éxito en este desafío, es esencial tener una cadena de suministro perfectamente optimizada.
El flujo sincrónico es un tipo de organización en el que el suministro de diferentes materiales y piezas se realiza a medida que avanza el proceso de producción. Se entregan en el momento en que se van a utilizar, evitando así los altos costes de almacenamiento. Al igual que el método "just-in-time", requiere una organización logística precisa y calibrada.
La logística es una etapa crucial en la cadena de suministro de bienes que, si se optimiza, puede conducir a una mayor eficiencia.
Toda empresa debe aspirar a un funcionamiento óptimo, mediante la mejora de todos los recursos y procesos, asumiendo dos retos: limitar el desperdicio y concentrarse en actividades de alto valor añadido.
A continuación, te presentamos algunos de los ámbitos empresariales que pueden beneficiarse de una correcta concepción del flujo logístico.
Esta actividad busca representar los diferentes procesos del negocio en forma de diagrama, a partir de símbolos, pictogramas y flechas.
A partir del mapeo de flujo de valor (value stream mapping) se pueden identificar más claramente los puntos de mejora en términos de:
© Ingeniería Industrial Online
La implementación de métodos logísticos como el mapeo de flujo de valor y de herramientas como Espritec que cuentan con una amplia oferta de software (transporte, logística, cartografía), contribuye a asegurar el buen desarrollo del trabajo.
Es esencial estudiar y analizar periódicamente la cadena de suministro para determinar cuándo se están desperdiciando recursos. La identificación de la causa es el primer paso hacia la mejora, que puede lograrse mediante la retroalimentación y las medidas correctivas.
Los residuos pueden localizarse a nivel de :
Distinguir entre las actividades de valor añadido y las que no lo son, se traduce en una ventaja competitiva en términos de productividad y la rentabilidad.
Eliminar las actividades que son fuentes de desperdicio y pérdida, se traduce en un aumento de la eficiencia y del control de calidad de las actividades que generan valor.
Optar por una gestión eficiente del flujo logístico ofrece la ventaja competitiva de reducir los plazos, costes, desechos y actividades sin valor añadido. Asimismo, permite una mejor coordinación de las actividades y de todos los actores de la cadena de suministro.
Como si fuera poco, controlar el flujo logístico significa también reducir tu impacto negativo sobre el medio ambiente, al participar cada vez más en ámbitos como:
Los objetivos de la logística ecológica (o ecologística) convergen con los del control global de los flujos y con el objetivo general de mejorar la productividad y rentabilizar tus actividades.